Sueña cuando no estés dormido.
Siente la fuerza de tu música preferida saliendo de tu corazón.
Cierra los ojos y mira todo lo que deseas ver.
Que no te llamen loco por ello, ni tampoco cuerdo,
que nadie ponga nombre a lo que hay en tu interior.
Deja que tu alma salga volando por la ventana y se marche allá donde
quieras ir y estar con quien desees.
Vive el momento y recreate en lo más ínfimo, probablemente
en lo más pequeño encontremos algo de gran belleza.
Sé feliz y vive en paz contigo mismo porque todo en la vida
pasa. Pasa la moda, pasan las juergas, pasan los excesos y al final
solo quedamos nosotros con lo que hayamos ido sembrando en el camino de nuestra juventud.
Que nadie te robe las ilusiones y deseos, aunque nunca
llegues a conseguirlos.
Y recuerda que siempre, siempre hay alguien que cuando
tú te alegras, se alegra contigo, y que cuando tu lloras también llora contigo.
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