Últimamente me vengo encontrando en la taberna del Irlandés con un… amigo que hacía años que no veía y no sé si está más alto, más bajo, mas gordo o más delgado… En serio, no lo sé. No me da tiempo a fijarme en esas cosas y eso que ya es la tercera o cuarta vez que coincidimos y nos tomamos algo juntos.
-Hola P. ¿Cómo van tus labios?, digo ¿cómo va eso?
-Por cierto ¿quieres tomarte otros labios?, digo ¿cerveza?
-Ah, si, gracias por los labios, digo cigarro.
-¿Dónde tienes los labios ahora?, digo ¿dónde trabajas ahora?
Ya le he dicho a V. que era la que estaba conmigo el otro día:
-La próxima vez que le vea me tropiezo y le como el morro. TE LO JURO.
2 comentarios:
jajaja, susana, qué pasa, que tu amigo tiene unos labios muy prominentes? ;)
por cierto, qué bonita la canción.
¿Labios promientes? Con decirte que le hemos bautizado con el pseudónimo de "El Jolie"... Son de esos labios que te dicen: cómeme, comeme. jajja
Publicar un comentario